STS Rosario

Allí encontré una discusión congelada. Muy diferente a la de Bogotá. Se reunían en cumbre los presidentes, algunos burócratas de Naciones Unidas, y de otras organizaciones y los grandes poderes económicos. Y las conclusiones a las que llegaban eran básicamente que lo que había causado el cambio climático podía resolverlo. El cambio climático lo produjo el mercado, que produce chucherías que llenan el tener de las clases medias, medias altas y ricas de la sociedad, en todo el Planeta Tierra. Por ello estamos muriendo. Es el exceso descontrolado del mercado lo que lleva a emitir los gases de efecto invernadero. Pero en las cumbres a las que yo fui, y creo que hacemos parte de algo podríamos llamar la secta de los encumbrados, vamos de cumbre en cumbre repitiendo lo mismo, y es que pensamos, o creen los que hacen las decisiones, que el mercado puede resolver el problema del cambio climático. Ellos lo hablan así: "Vamos a constituir un fondo entre las naciones y el Banco Mundial y el FMI, y va a repartir de tal manera en proyectos, y éstos proyectos tienen que ser bancables", es decir rentables. Como si el mercado pudiera dirigir los recursos a lo que vale adaptar la sociedad a ésto que se llama el cambio climático.

Antaño nos decían que el paradigma del hombre era estar en un Ferrari italiano al lado de una modelo hermosa, y que había que andar a 100 km/h en una ciudad y que la ciudad se tenía que construir alrededor de ese modelo.
Hoy, el paradigma del SXXI es que un hombre baje a comprar el pan abajo de su edificio, y suba para hacerle el desayuno a sus hijos y quizá llevárselo a la cama a su esposa, y vaya a trabajar en bicicleta. Ese cambio de paradigma es una revolución, e implica derrotar y detener grandes poderes económicos que se oponen a él.